Historia de las mascarillas Callaghan

Estas mascarillas nacieron de la necesidad de dar protección a nuestro equipo, y ante la imposibilidad de encontrarlas en el mercado, tomamos la decisión de fabricarlas. El primer prototipo lo hicimos el martes 17 de marzo, justo 3 días después de que en nuestro país se decretara el Estado de Alarma, sacando el patrón de una mascarilla quirúrgica. Veinticuatro horas después optimizamos el patrón y la producción, llegando a fabricar poco más de un centenar de mascarillas con los materiales que teníamos a mano, forros de máxima protección y elásticos sacados de cordones.
Ante la gran necesidad que existía en esos momentos, de estas primeras unidades enviamos un paquete al centro de salud de Arnedo. El personal del centro, en un gesto de agradecimiento nos envió una foto con ellas puestas, que además postearían en redes sociales. Inmediatamente, esta noticia saltaría a los medios de comunicación nacionales que la difundieron en informativos, directos y entrevistas que han llegado a todos los Españoles.

A partir de ahí, recibimos cientos de llamadas pidiéndonos mascarillas. Peticiones que no podíamos atender, pero que nos ayudaron a darnos cuenta de la gran magnitud del problema. En esos momentos de gran incertidumbre y preocupación en España, tomamos la decisión de poner todo el potencial humano y tecnológico del Grupo Hergar para ayudar a combatir esta pandemia. Nos adaptamos a la nueva realidad que estaba azotando a nuestro país. De ahí surgieron nuevas ideas y proyectos, además de seguir fabricando mascarillas para donarlas a los más necesitados, pusimos nuestras impresoras con tecnología de impresión 3D a fabricar 24 horas al día pantallas de protección, desarrollamos prototipos de gafas, protege orejas... En paralelo, en coordinación con el Servicio de Salud Riojano y el Ayuntamiento de Arnedo, nos unimos un grupo de empresas, trabajadores y voluntarios de Arnedo para la fabricar material sanitario (batas…) y así abastecer a los centros hospitalarios.

Lo bonito y alentador de esta historia es la capacidad tan rápida de adaptación de una empresa de Calzado para producir con tanta celeridad lo que nuestra sociedad necesitaba en esos momentos.

Estas mascarillas higiénicas son una versión evolucionada de esos primeros prototipos, están compuestas de dos capas de poliéster hidrófugo y una de polipropileno, y para nosotros son un símbolo de adaptación y resistencia.